Aterrizando en la realidad

Durante los años de Licenciatura en Psicología, a través de los cuales se van adquiriendo habilidades y conocimientos sobre el área, se descubre a la par que la oferta académica universitaria se acota a las ofertas de trabajo tradicionales vinculadas al rol del psicólogo. No estoy descubriendo nada nuevo, es algo ámpliamente conocido por todo estudiante de Psicología.

Pero, en la época en el que vivimos, respaldados por las nuevas tecnologías y el amplio valor de la creatividad, la innovación, y la necesidad de cambio a todos los niveles, parece que nuestro rol ha sido olvidado en un cajón o quizás en un pedestal intocable, donde la actualización y la adaptación necesaria en los tiempos que corren parece haber pasado desapercibida.

Pensar que nuestra única salida profesional en torno a la Psicología se ubica únicamente en los modelos tradicionales (Educación, Clínica, RRHH y Organizaciónes, Investigación y Docencia) de ésta se me antoja como un error. Siendo una disciplina tan versátil, en la que el conocimiento adquirido a nivel social y económico-empresarial es de alto valor, y viendo una creciente incorporación por parte de las empresas de Psicólogos en diferentes áreas. El conocimiento de los procesos cognitivos de las personas han ayudado al desarrollo de áreas como RRHH, Marketing, Consultoría de Dirección, la Gestión y Desarrollo de Proyectos y Productos, etc dentro de las empresas... Resulta una señal bastante reveladora de que la adaptación de nuestro papel laboral necesita una pronta revisión e incorporación a nuevos modelos y disciplinas,y esto será posible únicamente tras un análisis de las necesidades del mercado desde el marco de las habilidades y conocimientos que el Psicólogo puede ofrecer, a la par de reinventarse.

Es un tema que aún no ha alcanzado todo su desarrollo, por lo tanto disponible para su explotación en el que el análisis de las oportunidades de mercado, la creativididad e innovación se deben unir con la capacidad de integración y relación con la Psicología.

Se hace recomendable abandonar el esquema antiguo en el que el psicólogo trabajaba de forma individual para dar paso al trabajo en equipos multidisciplinares en ocasiones tan alejados unos de otros, que algunos catalogarían de locura. Pero, ¿dónde reside sino el éxito de la innovación? ¿Cómo podemos mejorar nuestra oferta? ¿A quién la vamos a dirigir? ¿Qué necesidades específicas tiene ese público?